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Martes, 29 de agosto de 2017

Pamela Montenegro: "Tenemos 85 kilómetros de Canal para hacer cosas"

Pamela Montenegro llega desde Uruguay para hablarnos del Canal Segarra-Garrigues y de la psicobotánica, la ciencia que estudia la relación entre el ser humano y las plantas. Experimentación Psicobotánica se presentará el próximo septiembre en Tàrrega como una instalación que plantea una mirada respetuosa, de inspiración humanística en el territorio y que defiende la implicación de la población local en una construcción como es el Segarra-Garrigues.

Experimentación Psicobátinca nace de un encargo específico de FiraTàrrega. ¿Cuál fue tu reacción cuando supiste que trabajarías un tema tan cercano a los habitantes del territorio?

Me parecía muy interesante tener que trabajar con un tema que implicara entender el contexto y aprender de él. Se me planteó trabajar sobre el Canal Segarra-Garrigues, en un momento en el que yo ni siquiera sabía lo que era un canal, casi. Eso implicó que tuviera que entender el espacio, la comunidad, cómo se relaciona la gente con él, qué nivel de implicación de la gente hay... No me sorprendió por el hecho que fuera una temática local, porque hay cosas que trascienden las fronteras. Hay un conflicto económico y político, está el agua de por medio. El agua debería de ser un recurso en el que todos tengamos igual acceso y eso no sucede aquí.

Estás instalada en Tàrrega desde febrero recopilando información para tu obra. ¿En qué ha consistido este proceso? ¿Con quién has hablado y qué has podido extraer?

Yo propuse encuentros con la comunidad, quería saber sus opiniones, su versión sobre las cosas. Entonces hice entrevistas a personas vinculadas con el Canal de distintos ámbitos: comunidad de regantes, gente que se encargó de la infraestructura del Canal, de la repartición, los que se encargan de cuidar el medio ambiente... Y luego también propuse encuentros con la comunidad targarina en general, hacer excursiones, caminatas, para encontrarnos con el Canal, donde caminar, conversar y hacer deporte era la única finalidad. Lo que hacíamos era revertir la utilidad de ese Canal. Porque lo que me vengo encontrando durante el proceso es que ahí hay un Canal donde todos hemos contribuido, pero donde no todos encontramos una utilidad en él. Lo que quería con esos paseos era proponer actividades para que todo el mundo pueda utilizar el Canal. Era también una excusa para la gente pudiera ver el Canal en funcionamiento y tomar conciencia de él, pero no tenía un guión armado. Luego, en el ensayo abierto, propuse un juego de roles donde cada persona tomaba el rol de una de las identidades que yo había estudiado, o con las que yo había hablado. De esa actividad salieron un montón de ideas que se pueden llevar a cabo, por ejemplo alguién propuso proyectar imágenes o una película en la infraestructura del canal.

De esta investigación nacerá la pieza que presentarás en FiraTàrrega: Experimentación Pscicobotánica. ¿En qué consistirá exactamente?

Experimentación Psicobátinca es la performance, es una parte de todo lo que se va a poder ver en Cal Trepat, donde tendrá lugar mi pieza. Allí habrá 3 salas, dos con instalaciones participativas y una tercera con la performance.

Vives a 11.000 km de Tàrrega. ¿Qué aporta tu mirada lejana a este proyecto?

Como yo me he perdido todos los conflictos previos, auque me he informado sobre ellos, veo el Canal como un espacio con muchas posibilidades. Por ejemplo, a mi me gustaría hacer un parque temático de agua en el Canal. Pero esto no es nada nuevo, ya lo proponía el Manifiesto de Vallbona, utilizar el Canal para actividades lúdico-festivas. Pero actualmente se estan priorizando intereses económicos por encima de intereses sociales, por eso aún no se ha hecho nada parecido, pero se puede revertir. Requiere tiempo e insistencia. Si alguien lo propone y lo persigue, es posible. A mi me gustaría que este proyecto tuviera una continuidad, sin la necesidad que esté yo aquí, que alguien tomara la idea de hacer actividades en el Canal, promover su vida social. Porque, aunque venga de tan lejos, he creado un vínculo con el Canal, necesito pensar y voy allí a ver correr el agua, me gustaría que la gente de aquí también sintiera esa especie de conexión.

¿Qué debe tener una construcción faraónica como es el Canal Segarra-Garrigues para que sea respetuosa, humanística y que provoque la implicación de los habitantes de la zona?

A mí me parece que si todas estas actividades se llevaran a cabo ayudarían a que los habitantes del territorio sintieran más suyo el Canal, porque lo visitarían más, lo disfrutarían más. Es el hecho de empoderar a la sociedad también, entender que el Canal es de todos, que pueden utilizarlo. También las caminatas que he hecho estos meses han ayudado a tomar conciencia de lo que aquí tenemos. Tenemos 85 kilómetros de Canal para hacer cosas.

Otro tema es que el Canal, la infraestructura, pertenece al Estado pero el agua que en él circula se concedió a una empresa privada. Esa fue la mejor manera que encontraron para administrarla: privatizarla, y no sé qué se podría llegar a hacer con eso. Es por aspectos como éste que creo que la pieza debe tener continuidad, porque hay cosas que una artista plástica - como soy yo - no puede plasmar. La comunidad debe estar implicada.

Pamela Montenegro, en el Canal Segarra-Garrigues.

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